¿Alguna vez te has preguntado por todos los momentos que ocurren en una boda y su orden? ¿Sabes qué hacer para que no se solape tu llegada a la ceremonia en el cochazo vintage con la entrada de tu pareja en la ceremonia? El equipo de fotografía no se multiplica, pero tú quieres que haya documentos gráficos de ambos momentazos. ¿Te preocupa llegar a la ceremonia y que tus invitados aún no?
¡Spoiler Alert! Todas estas “cagaditas” y muchas más pueden pasar si no tienes un buen timing ¡sé previsora y no sucumbas al caos absoluto!
Desde la llegada de los proveedores hasta la última copa de champán, cuenta. Si crees que puedes hacerlo tú sola, ¡dale duro! Pero permíteme decirte que no tienes ni idea de lo que te espera. Un wedding planner no solo organiza, sino que sincroniza cada instante para que todo fluya sin contratiempos.
Vamos a ser realistas, ¿vale? No puedes estar en dos lugares al mismo tiempo. A menos que tengas el don de la ubicuidad, vas a necesitar ayuda para asegurarte de que todo se desarrolla sin problemas. Por ejemplo, la llegada de los proveedores debe estar perfectamente coordinada. No quieres al DJ montando su equipo mientras la florista está decorando el mismo espacio. Y hablando de fotógrafos, si deseas capturar tu entrada triunfal y la de tu pareja, necesitas asegurarte de que el fotógrafo tenga tiempo de sobra para cubrir ambos momentos sin correr como loco.
La llegada de los invitados es otro punto crítico… y por aquí, te dejo un truquito de pro:
Si la ceremonia es a las 5 pm, indica a tus invitados que lleguen a las 4:30 pm, de esta manera, te aseguras de que todos estén sentados y listos para tu entrada.
El banquete también requiere una sincronización precisa. Calcula bien el tiempo para cada plato. No querrás que tu discurso sobre el amor verdadero se vea interrumpido por el camarero sirviendo la sopa. Y ahí va otro truquillo, cuando llega la hora del primer baile y la fiesta, un cambio de ambiente rápido mantendrá a tus invitados entretenidos y evitará que se dispersen.
Ahora bien, si después de todo esto aún crees que puedes hacerlo sola, ¡te admiro! Pero, ¿realmente quieres añadir el estrés de coordinar cada detalle a la ya de por sí estresante planificación de tu boda? Aquí es donde entra un wedding planner.
Un wedding planner aporta experiencia y conocimiento, sabe exactamente cuánto tiempo necesita cada proveedor y cómo coordinar todo sin que se solapen. Y si algo no sale como planeado (porque, sorpresa, siempre pasa algo), un wedding planner tiene la experiencia para solucionar problemas en el acto sin que te enteres. Además, el día de tu boda deberías estar enfocada en disfrutar cada momento, no en preocuparte por si el pastel llega a tiempo o si el DJ está listo.
Así que, si quieres evitar el caos absoluto y asegurarte de que tu boda sea perfecta, considera la opción de contratar un wedding planner. No solo organizará tu día, sino que se asegurará de que cada momento ocurra en el momento justo. ¡Hazlo por ti y por tu cordura!